
¡Hola amigos!
Tal vez ya tengáis vuestra reserva de vacaciones o estéis a punto de hacerla.
Si vamos con perro es muy cómo alquilar una casa o un apartamento, porque hay más espacio, más independencia, menos ruidos que en un hotel y no van a entrar todos los días para limpiar y ordenar la habitación.
Es importante llevar sus cosas personales (camita, manta, juguetes, su comida habitual, sus comederos,etc.). Ayudará a que se sienta seguro si reconoce su olor.
A nuestra llegada, hay que presentar la casa al perro, que se volverá loco olisqueándolo todo. Según la edad del perro y de si está acostumbrado a viajar, esta transición será más rápida. Es aconsejable estar pendiente de él, darle lo que necesite (golosina, juego…) y cuando esté relajado todo irá sobre ruedas. Colocaremos todo su ajuar (camita, comida, agua…) en una habitación donde estemos nosotros. Así él podrá acomodarse y vernos, lo que le dará seguridad.
No dejéis al perro solo mucho rato nada más llegar. Estará en un espacio desconocido, con ruidos, olores… y no sabemos qué reacción puede tener. Lo más normal es que se asuste. Podría ladrar y los vecinos nos llamarían la atención.
Asegúrate que puertas, ventanas y terraza o jardín sean seguros, que no pueda escaparse. Cuando salgamos, le pondremos la correa para que podamos controlarle en caso de que su instinto le lleve a salir corriendo.
Estos pequeños consejos, son solo indicaciones a tener en cuenta pero al final el carácter de nuestro perro es el que marcará los ritmos y pautas para que el cambio de casa sea lo menos traumático posible para nuestro can. ¡Contadnos cómo ha sido vuestra experiencia!
Comment On Llegada al apartamento de vacaciones
TERESA
De vacaciones una semana a Linares Jaen casa de la familia, en septiembre del año pasado con mis pequeñas perritas YOYA y SANDY en el asiento de atrás, cada una en su cuña asiento sujeta al reposa cabezas y con su arnés de seguridad ancladas al cinturón de seguridad partimos de viaje de madrugada para no cojer demasiado calor durante el viaje, tranquilas con las paradas necesarias siempre sujetas en caso de que puedan asustarse, y así hasta llegar al destino. En la casa, en nuestra habitación allí colocó sus cunas al igual que en nuestra casa, con su cuenco para el agua y su bandeja para hacer pipí a la que están acostumbradas.
Siempre controladas, pero a la noche para que nosotros al igual que ellas todos estemos tranquilos y relajados las dejo en la habitación mientras nosotros estamos abajo en la terraza con toda la familia. Ellas se sienten bien y son felices con nosotros.